
“Escribo porque el mundo que veo no existe. Escribo para crearlo”. Día Mundial de las Escritoras 2024
Autora: Laura Rubio Galletero
Fecha de publicación: 14 de octubre de 2024
Hoy, 14 de octubre de 2024, conmemoramos el Día Mundial de las Escritoras, una fecha que se celebra el lunes más cercano a la festividad de Teresa de Jesús, el 15 de octubre. Reflexiono sobre lo que significa para mí esta jornada, sobre lo que significa para nosotras, las que escribimos. La escritura es, para muchas, más que una vocación: es un espacio de resistencia, de activismo y de profunda transformación.
Escribimos porque la historia ha silenciado nuestras voces durante siglos. Las mujeres hemos sido borradas de los grandes relatos, relegadas a los márgenes, cuando no excluidas por completo. Hoy, en este día, quiero recordar cómo la escritura es nuestro modo de irrumpir en esa historia, de crear nuestros propios relatos, nuestras ficciones. Es un acto político en sí mismo. Cuando una mujer escribe, reclama un espacio que le ha sido negado, un espacio donde sus experiencias, su voz y su imaginación pueden existir y resonar.
A través de la escritura, también reivindico otras formas de mirar el mundo. La escritura no es solo una forma de contar historias, es una manera de proponer otras ficciones, otras realidades que se apartan de lo que el patriarcado nos ha impuesto. Cada historia que escribo es un mundo nuevo, una posibilidad más justa, más libre, y en cada línea se filtra ese deseo de subvertir lo que nos han dicho que debe ser el mundo.
Pero escribir no siempre es fácil. Como tantas otras, tengo que compaginar mi vocación con otras vías de financiación. La mediación cultural y la docencia son parte de mi vida, trabajos que amo, pero que también significan que la escritura, esa ínsula prometida, a menudo se me escapa entre los dedos. La precariedad está siempre acechando. Ser escritora, para muchas de nosotras, es navegar entre los días de incertidumbre, donde el tiempo para escribir se roba a otros compromisos, a las demandas de los cuidados y el peso de los mandatos de género.
Gloria Anzaldúa lo expresa magistralmente en su ensayo Hablar en lenguas cuando dice:
“Escribo porque el mundo que veo no existe. Escribo para crearlo”.
Y yo me aferro a esas palabras. Escribo porque necesito ese espacio de libertad, porque al escribir construyo algo que, de otro modo, no existiría. Escribo porque al hacerlo me rebelo contra la precariedad, contra el silencio, contra las horas que se nos escapan entre responsabilidades y cuidados que parecen no tener fin.
En este Día Mundial de las Escritoras, celebro ese acto de resistencia que es escribir. Celebro la voz de tantas que vinieron antes de mí y abrieron caminos, y también celebro a las que siguen escribiendo, construyendo ficciones que nos invitan a imaginar otros mundos.
Hoy más que nunca, me recuerdo que escribir es un acto de valentía, un compromiso con la verdad, la nuestra, la de tantas. Porque escribir es también vivir, y vivir plenamente es algo que nosotras, las mujeres, hemos aprendido a hacer a través de las palabras.
Si como creadora te resuena mucho lo difícil que es CREAR y CUIDAR, estate atenta porque te contaré en pocos días de qué va mi nuevo proyecto pedagógico: ESPACIO CRIADORAS.